Erase una vez, en un tiempo muy remoto y en un lugar muy distante, había
un muchacho que usaba palabras raras al hablar, y la gente lo llamaba "el
muchacho de las palabras raras". Ah, pues se murió. Y en esos lugares
'onde' siembran caña... ah, pues ahí lo enterraron. Y ya después, de las
flautas rústicas que se hacen con cañas... ah, pues de esas, cuando la gente
tocaba dichas flautas, el instrumento emitía las palabras raras que decía el
muchacho.
~Fin~
*Gracias a Carmen "la
mañosa!" por colaborar en el arduo trabajo para realizar esta historia.
11/Diciembre/2007
11/Diciembre/2007
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